viernes, 26 de agosto de 2011

El otro Bosco

Hieronymus Bosch (también conocido como "El Bosco") fue un
pintor holandés nacido en los años 1450, muy reconocido, donde entre sus obras se destaca la humanidad. Se dice que tenía importantes inspiraciones surgidas por meditaciones, que en la época, no era ordinario.
Con obras sensacionales, vale destacar principalmente ‘El jardín de las delicias’ su obra más reconocida, que es lo que nos trajo aquí.
Esta magnífica pintura al oleo fue una expresión de simbolismo, que aún hoy, no es posible interpretar todo ese lírico expresado en la obra.
A simple vista se puede considerar como una obra misteriosa, donde al contemplarla pueden surgir miles de razones, pero nunca se sabrá con exactitud qué fue lo que llevó a Bosch pintar esta espléndida obra de arte.
Esta pintura fue representada de dos formas, la primera denominada ‘Tríptico cerrado’ y una segunda ‘Tríptico abierto’. Ha de llamarse Trípticos a las dos escenas que presenta la obra.
Se dice que se ha llamado Tríptico cerrado al tercer día de la creación del mundo, según como relata el Génesis. En este tríptico se puede ver una esfera que parece ser la Tierra, con tonos grises se nota una esfera luminosa, con detalles imprecisos. Según quienes cuentan, los tonos grises fueron seleccionados por Bosch para reflejar un planeta sin Luna y sin Sol.
Se relaciona su obra de arte con lo divino, en la parte superior izquierda se puede observar la imagen de Dios con una Biblia y donde también se encuentra una frase bíblica relatando lo siguiente -Él lo dijo, y todo fue hecho. Él lo mandó, y todo fue creado-

Cuando el Tríptico es abierto, se dice que ha de ser el séptimo y último día de la creación, encontrándose en la parte central, el ‘paraíso’ Adán y Eva expresando claramente la lujuria. Se observa notoriamente el acto sexual que, según su significado divino, es allí cuando el hombre pierde la gracia. Mientras tanto en la parte izquierda, se presenta en colores más oscuros, el infierno. Donde se muestra una imagen culminante, en la que el hombre es condenado por todos sus pecados cometidos. Esta parte también fue llamada ‘el infierno musical’ ya que presenta en ella, importante cantidad de instrumentos. ¿Ha de ser un infierno la música para Bosch?

Es así que Bosch expresó todos sus conocimientos. Esta obra ha de ser fantástica, curiosa y muy llamativa lo cual, la hace única.
A mi parecer, en cada mancha de oleo se presenta cada expresión del pintor. Es inverosímil intentar comprender cada detalle, ya que es una obra que presenta tanta sabiduría que sólo Bosch pudo comprender.
Es verdaderamente placentero contemplar esta obra, perturbadamente recomendable.
Aprovecho la ocasión para dejar aquí, otra obra de arte. No justamente una pintura, ya tenemos suficiente con qué saciar nuestros ojos, pero sí de apreciar se trata ¿qué mejor que una hermosa melodía musical nos acompañe?
He aquí la canción Cristálida de Luis Alberto Spinetta, que aún más curioso que nosotros, ha intentado descifrar esta obra de arte, escribiendo una canción contemplando esta belleza.
Podemos intentar traducir esta obra de arte, pero sólo dos prestigiosos artistas como Bosch y Spinetta sabrán qué los llevo a tanta belleza.

Critálida – Luis Alberto Spinetta

Aguas claras de Olimpos,
que la diosa guarda.
Los caballos del día,
que la diosa guarda.
Los caballos del día, sudan de golpe frente a mí.
Temblando de carreras.
Sombras inútiles del parque.
Los que llamaba no aparecieron.
Todo gigante muere cansado,
de que lo observen los de afuera.
Hoy el viento baila así,
como junto al fuego
y los luceros enormes,
como junto al fuego.
Los luceros enormes toda la noche gritarán,
tentando a la colina.
¿Cómo hacer que este valle de huecos
no suba más por mí?
No tengo más Dios.
Unas ramas nacidas,
del viejo monte,
están siempre brotando,
del viejo monte.
Están siempre brotando yo, ya no las puedo controlar,
Cruzando la tormenta.
Sombras inútiles del parque.

Los que llamaba no aparecieron.
Todo gigante muere cansado,
de que lo observen los de afuera.
Miro ya los relojes,
entre la neblina
y las luces primeras,
entre la neblina,
y las luces primeras, ya empezaron a desperezar,
gorriones en la leña.
¿Cómo hacer que este valle de huecos no suba más por mí?
No tengo más Dios.
Sombras inútiles las de este parque,
los que llamaba no aparecieron.
Todo gigante muere cansado de devorar a los de abajo.

Realizado por Brenda Pridebailo. 3º C

HABLANDO DE NACIÓN



La palabra nación, junto a la palabra patria, son dos expresiones muy complejas. En ellas quedan expresados los pensamientos y puntos de vista de las personas que utilizan estas palabras. En ellas se reflejan por el fondo, millones de personas agrupadas según ciertas cosas en común, por ejemplo, el lugar de origen (según uno de los dos puntos de vista más reconocidos) o el sentimiento en común según la cultura (según el otro punto de vista).

Nación, a raíz del primer punto de vista a analizar, se refiere al conjunto de personas agrupadas bajo la sombra de un país como su lugar de origen. Tiene que ver y reside en la constitución de un Estado, denominado “Nación política” (jurídico-político).

Muchas personas toman a la “Nación Política” como discriminativa, como que separa a las personas por su lugar de origen, como más cruda, pero en definición, el simple hecho de separar los territorios, y separar a las personas bajo himnos, banderas y naciones (países), ya es diseccionar a la sociedad; a las personas.

Esta palabra (Nación) también puede hacer referencia a un sentimiento por “la Patria”, la cultura autóctona, y un pensamiento más ético. Hacer referencia a lo socio-ideológico, o sea, como una “Nación Cultural”.

Para analizar los diferentes pensamientos en cuanto a “la patria” según los puntos de vista personales, se debe analizar según la época, por ejemplo, durante el periodo de la independencia de Sud América, el general San Martín la utilizó para referirse a todo el territorio sudamericano, como si fuéramos todos una “Nación”, todos del mismo origen, sin embargo, ahora nos dividimos en diferentes países, en definitiva, diferentes “Patrias”.

Estos dos enormes conceptos abarcan mucho, y sus definiciones varían según el pensamiento o la ideología de cada persona. Personalmente, no aprecio la utilización de estas palabras según las definiciones previas, del mismo modo que creo que separar los territorios en distintos países es discriminativo e innecesario debido a que siempre hay disputas, desacuerdos, peleas e incluso guerras que no hacen más que generar más problemas. Todos salimos del mismo lugar, así que podríamos ser identificados, por ejemplo, como las “Naciones Unidas” o como “Los Humanos”, entre otros, pero es completamente irrelevante que sea necesario aislar las decisiones de los otros países. De todos modos este tipo de textos no hacen más que esparcir la opinión, pero no cambiar nada.

Esto se trata de concientizar a los lectores, con el fin de tener una esperanza a futuro para que no solo esta, sino todas las áreas mejoren, generando así un mundo mejor para todos.

Realizado por Ignacio Celani

Lisandro y Leandro

Un ex combatiente y un estimado abogado… unidos por un principio básico, que se cumpla la constitución.


Leandro Alem, nace el 11 de marzo de 1842, en el ceno de una familia rosista. Su padre era Leandro Antonio Alen un notable miembro de “Mazorca”, la fuerza de represión del gobernador/presidente Rosas, motivo por el cual fue colgado públicamente en la Plaza Monserrat días después de la caída de dicho régimen. Esto causo una deshonra en el apellido Alen, lo cual llevo a Leandro a cambiar la última letra, para llamarse “Leandro Alem”.

Alem comienza su vida política en el Partido Autonomista, donde logra ser electo diputado en 1872, pero sin embargo en 1877 se enfrenta al presidente del partido, Adolfo Alsina, y junto a Aristóbulo del Valle se candidatean para senadores.

Mientras que Alem comenzaba a militar, de la Torre nacía un 6 de diciembre, allá por 1868, en la ciudad de Rosario, Santa Fe.

La vida de estos dos políticos se cruzaría por primera vez luego de la derrota de Leandro en la llamada “Revolución radical” que tuvo lugar en 1890. Lisandro, luego llamado el “fiscal de la Patria” decidió apoyar a Alem en la creación de la UCR (Unión Cívica Radical), la cual tenía entre sus postulados la defensa del sufragio secreto y universal y el cumplimiento de la constitución nacional.

En 1891 Alem y de la Torre presentan a Bernardo Irigoyen como candidato a presidente, mientras, Lisandro iría como senador de Santa Fe y Leandro de Buenos Aires, pero meses más tarde las listas serian acusadas de complot por el entonces presidente de la nación Pellegrini, quien ordenaría la detención de los tres candidatos. Tristemente, en esa situación de represión, las elecciones fueron realizadas sin participación de la UCR. A través del fraude, Luis Sáez Peña fue elegido nuevo presidente.

En 1893 De La Torre y Alem, resignados a que el gobierno nunca los dejaría llegar a la presidencia mediante el sufragio, preparan la Revolución de 1893, la cual llego a proclamar Presidente de la Nación a Leandro, pero días después el levantamiento armado es derrotado.

Sin poder acceder al poder, la UCR sigue siendo reprimida, y el 1 julio de 1896, mientras que vagaba en su carreta por la ciudad de Buenos Aires, Leandro Alem se quita la vida de un disparo directo al cerebro, dejando como últimas palabras:

“… Para vivir estéril, inútil y deprimido, es preferible morir… si ¡que se rompa! Pero que no se doble. Cuanto bien ha podido hacer este partido si no hubiese promediado ciertas causas y ciertos factores… No importa, yo se que el radicalismo todavía puede hacer mucho, pertenece
principalmente a las nuevas generaciones, ellas le dieron origen y ellas sabrán consumar la obra, deben consumarla...”

La UCR quedo entonces bajo el mando de Hipólito Yrigoyen, cual tenía muchas diferencias con Lisandro, quien luego de la muerte de su amigo decide desafiliarse al partido.

En 1937, De la Torre presenta el “problema de las carnes” en el congreso de la nación, lo cual dejaba muy mal parado al vicepresidente Roca, el cual no permitió que los senadores que habían ganado las elecciones de 1936 asumieran sus cargos, para aislar al senador santafesino, y destruirlo anímicamente. El 23 de julio de 1937, el ministro del Interior Duhau agrede físicamente a Lisandro, a su vez, su mejor amigo y compañero de banca Enzo Bordabehere corre a ayudarlo, pero cuando iba por mitad de camino recibe tres disparos en la espalda y uno en el pecho, acabando así con su vida. Luego de este triste episodio el Dr. De La Torre renuncia a su puesto, y dos años más tarde sumido en la tremenda depresión por la muerte de su amigo, ejecuta el disparo de una escopeta hacia su pecho y acaba con su vida.

Un triste final para dos de los mejores políticos argentinos, que murieron en la soledad y la agonía de un pueblo callado por su gobierno…


Tomas A. Kamerbeek, 2º “B”

En homenaje a los 115 años de la muerte de Alem

1 de Julio de 1896 – 1 de julio de 2011.