viernes, 26 de junio de 2009

LOS GRANDES NO MUEREN, VIVEN EN LA HISTORIA

“Con la democracia se educa, se cura y se come “. Desde hace 25 años, esta frase, retumba con la misma fuerza e intensidad. Raúl Alfonsin, su autor, fue un hombre
que tuvo que lidiar con un legado de penurias que había dejado la dictadura militar en Argentina. Muchos lo juzgaron por sus acciones en el campo económico, pero no repararon, que el desastre no se había originado en su mandato, si no, en las políticas especulativas e improductivas del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional. Veníamos de la 1050, de la plata dulce, del quiebre de bancos y financieras, de 30.000 desaparecidos, del terrorismo de estado, de la burla del Mundial 78 y del crecimiento astronómico de la Deuda Externa.
Raúl nunca fue llamado a sentarse en el banquillo de los tribunales para ser juzgado por actos de corrupción o de ningún tipo de fraude inmoral, al contrario de su sucesor Carlos Menem. Una de las preguntas que me formulo es ¿qué nos llevó a destituirlo e inaugurar la etapa del menemismo?

Mi reflexión de esta situación es que la sociedad argentina había quedado fascinada con el peronismo y no soportaron tener a un representante opuesto. Quizás no estén de acuerdo con mis palabras pero analicemos unos detalles. Hubo trece huelgas en su gobierno, todas fueron organizadas por una CGT peronista. Con el peronismo derrotado, debilitado y desorganizado Saúl Ubaldini se convirtió en el líder de la oposición sindical peronista. Alfonsin tuvo la iniciativa de elaborar un proyecto de ley que llevaba libertad y democracia a los sindicatos y de esta forma desplazar a los históricos y sospechados líderes gremiales .El candidato que triunfó en las siguientes elecciones (ya antes nombrado) era representante del Partido Justicialista.
Puede ser que el fanatismo nos haya segado tanto, que no vimos las virtudes de un hombre que fue el primer presidente de la nueva democracia y el artífice del Juicio a los miembros de las Juntas Militares.

Raúl Alfonsin fue el paladín de la democracia argentina, pero quizás, no fue respaldado ni comprendido en su momento. Tras su muerte se reúnen alrededor de su féretro personajes siniestros y maquiavélicos de la política argentina. Analicen a todos los presidente que sucedieron a Raúl Alfonsin, analicen los presidentes de los últimos 25 años de democracia y quizás nos demos cuenta que fue unos de los mejores presidentes de la historia argentina.

La hiperinflación fue terrible, pero, ¿de quién es la responsabilidad? Seria precipitado echarle la culpa a un solo hombre, NO CREEN, quizás Alfonsin no fue capaz de contener semejante crisis, quizás no supo como actuar. Raúl Alfonsin tubo sus errores, como sus aciertos, pero fue honesto, el único presidente en 25 años que no fue acusado de corrupción y no olvidemos que por él, Massera, Videla y muchos otros genocidas fueron juzgados ante la justicia mientras, que los peronistas ofrecían impunidad. No es mi intención degradar a un partido político ya que no estoy afiliado a ninguno y mi vista de los hechos es la de un joven argentino que desde el siglo XXI, trata de hacer historia. Una de las tantas frases celebres de Raúl fue “no se tiene que seguir a un hombre, sino, a los ideales “quizás podamos aprender mucho de estas pequeña frases.

Realizado por: Santiago Alberdi 3º “A”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

lo felicito mi amigo alberdi! muy profundo y realmente critico...como tiene q ser. Vanina

Anónimo dijo...

Habría que ver quienes fueron los que lloraron a Alfonsín. Los mismos que se sentían afligidos por su muerte, fueron los mismos que lo silvaron en la Rural en el año 83. Lo que no concuerdo es que en el documento de CONADEP solo salgan 9000 desaparecidos, cuando la emabajada de los EE.UU tenía en su registro en el año 78 el número de 22.000 mil desaparecidos. Es facil ser un gigante en un mundo de enanos.