A continuación queremos presentar una nota del Diario Rio Negro publicada en el año 1934 en homenaje al aniversario N°124 de la Revolución de Mayo:
1810 – 25 de Mayo – 1934
Diario Rio Negro Jueves 24 de mayo de 1934
“Cumple mañana la republica 124 años de vida independiente, y, como cuadra a su patriótica tradición, se apronta a rendir homenaje merecido a los varones ilustres que en las horas inciertas del año 10 supieron poner en servicio de la libertad su esfuerzo generoso y decidido.
Tras este lapso de vida libre, el pueblo argentino, depositario fiel del acervo liberal y democrático de sus antepasados, no puede sino refirmar en tan fausta fecha los sentimientos que inspiraron a aquellos bizarros paladines de la jornada emancipadora.
No ha podido escapar la Republica Argentina a los efectos perniciosos de las crisis económicas políticas y sociales que vienen perturbando la vida universal, y consecuencia de esos efectos es la situación del momento actual, en que, razones que no es del caso analizar, la mantienen un tanto desviada de esa vida normal y pacifica que debiera serle característica.
Nada de esto, empero, ha de quebrar su fe en el provenir que no puede ser otro que aquel que soñaron los actores de la epopeya cuando se impusieron el patriótico designio de entregar a la faz de la tierra una nueva y gloriosa Nación.
Al asociarnos al magno acontecimiento formulamos nuestros votos fervientes porque el acierto de nuestros gobernantes logre en homenaje a la memoria de los fundadores de la nacionalidad de la unión de todos los argentinos, bajo los auspicios de la libertad, y en el anhelo común de la soñada grandeza de la Nación.”
He entrevistado a tres personas mayores para tener una noción sobre cómo eran los festejos y los actos que se hacían hace varios años para conmemorar ese día.
El primer testimonio es de Carmen Fernández, de 78 años:
“Para el 25 de Mayo se hacían desfiles en los que participaban los chicos de todas las escuelas con guardapolvo blanco, también venían los soldados y se hacían muy buenos discursos sobre los próceres de la historia, hasta un mes antes de la fecha. No era como ahora que se cambian los feriados patrios solo por negocio, sino que el día en que “caía” era feriado y se realizaban todas estas celebraciones”
El segundo relato es de Pedro Rojas, de 61 años:
“Para empezar el día se izaba la bandera, había palabras alusivas a cargo del intendente, hablaba un maestro en representación a todas las escuelas de Roca y la asistencia de todas las escuelas era obligatoria, cada una con abanderado y escoltas. A la tarde, se desfilaba en la calle Mitre y en la España, que fue donde estuvo la Municipalidad vieja… Participaban jinetes, carruajes y en el Domingo Savio o en el Club Italia Unida se repartían bollitos de chocolate. Al final del día, abanderados y maestros arriaban la bandera”
El tercer testimonio es de Mirtha Avila de 58 años:
“Para los 25 de Mayo hace algunos años, las comidas eran importantes en el festejo: Tortas fritas, empanadas de carne, chocolate caliente, locro, eran preparados por todas las familias. Se realizaba un acto el mismo 25 a la mañana temprano y luego se hacían bailes, principalmente de Pericón Nacional con colores patrios. Se intentaba representar la época de la mejor forma posible, también se bailaba malambo, huella y cielito”.
Para concluir… El martes pudo ser un día mas para muchos, pero ya hace 200 años que venimos construyendo sentido de pertenencia e identidad. El martes festejamos el amor por la tierra que nos vio crecer y nacer, “VIVA LA PATRIA!”
Realizado por José Antonio Della Chá
6 comentarios:
Che que lindo que está el blog. Hace mucho que no venía a darme una vuelta.
Bueno. Sobre el 25 de mayo he escuchado como leit motive la "unidad de los argentinos". ¿Qué quiere decir esto? Que esta unidad argentina-patriótica va de la mano de una cuestión fundamental: La reconciliación entre memorias enfrentadas. Cuando los medios de comunicación imponen en la conciencia la idea esta, tiene que ver con una estratégia macabra de generar olvido en la gente. El último golpe, las políticas económicas implementadas por Martínez de Oz y sus 30.000 desaparecidos, fueron huellas que a posteriori se quisieron borrar con el Punto Final y la Obediencia Debida. Hay que tener cuidado con que se llega a la "Unidad Nacional". Un gran país se hacer con la incorporación de las minorías en la praxis política cotidiana. Si la patria debe ser lo que consideran aquellos destructores del pueblo, prefiero ser un ciudadano de la tierra.
Me queda preguntarme ¿Para que sirve el nacionalismo? Miren, la consagración del nacionalismo en Europa, se dá en el marco de la pos revolución burguesa del 48 en Francia y se desarrolla a posteriori con la etapa imperial europea. El nacionalismo, en definitiva, se crea para romper las tensiones entre las clases sociales. Bajo una bandera, es la única forma de "igualar" nuestras diferencias.
Mi reflexión sobre este bicentenario, de todas formas, fue postiva porque hay que recordar que en el Centenario, nos encontrabamos bajo estado de sitio y donde las clases populares no habían tomado las calles. Pese a todo mal pronóstico que quisieron imponer algunos, la gente en todas partes se congregó. Eso habla muy bien de nosotros pero, ninguna nación se contruye sin una mirada a nuestro devenir en el tiempo. También hay que observar el futuro que veían aquellos en sus aspiracíones. Después de eso, cada uno de nosotros deberá sacar sus respectivas conclusiones de si lo que nos pasó fue motivo de festejo. No hay que olvidarse del exterminio del hombre negro, de la Maldita Guerra contra el Paraguay, de la masacre a los indígenas realizada por Roca y sus secuaces terratenientes, de la semana trágica, de todos los golpes que sufrimos, de Malvinas, del viva la pepa de los 90, ni del 2001, ni de que el apoyo de la clase media a la oligarquía en el 2008 casi nos lleva a la caída, una vez más, de otro gobierno.
Sin memoria estamos condenados a la desaparición. La Unidad Nacional no va a existir nunca, porque las memorias/identidades no se negocian.
Saludos y buen bicentenario para todos y todas, Agustín
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