

Junto a Videla, asume Martinez de Hoz como ministro de economía. Él da inicio al “Proceso de Reorganización Nacional”. Este actúa teniendo como base al sector industrial como causante del desequilibrio económico y social, y al sector agroexportador como el camino al florecimiento. En consecuencia, da inicio al neoliberalismo desregulando el mercado y eliminando toda acción proteccionista. El inicio de la desindustrialización y el ingreso de productos extranjeros más baratos y de mejor calidad (mano de obra más barata, y el poder de las transnacionales) causó la quiebra de gran cantidad de empresas nacionales. Esto suprimiría en gran medida, la fuente de trabajo del obrero. La desocupación se elevó hasta las nubes y los sindicatos perderán afiliados (apoyo económico), por lo tanto estas organizaciones se debilitaron. Este repentino cambio de sistema económico y de un estado de bienestar a uno neoliberal produjo el comienzo de una etapa negra para los sindicatos. El poder adquisitivo beneficioso y las conquistas sociales logradas por el peronismo ya no existían.

Hay una transición antes de llegar a lo que anticipa el titulo. La vuelta de la democracia en 1983 presenta a Alfonsín como presidente. Pero esta “solución” política no solo no solucionará la caída sindical, sino que la acelerará. Se intentaron diferentes “métodos” para hacer frente a la crisis económica que la dictadura había dejado. La inflación y la deuda externa fueron una gran mochila en esta época y hacia adelante. Sin embargo, hay que destacar que la vuelta a la democracia activo la participación popular. El movimiento obrero asumió la oposición al proyecto alfosinista. Su líder Ubaldini convocó a trece huelgas generales. El desastre económico obligó a que Alfonsín dejase anticipadamente el gobierno en manos de Carlos Menem, en 1989.
El gobierno de Menem se caracterizó por las privatizaciones, signo de desempleo para el obrero, en el cual la capacitación comenzó a ser exigida por los nuevos dueños de las empresas, que no necesitaban mucha mano de obra ya que la tecnología los desplazaba. Para eso, en la década del 90 se completaba el modelo de un estado neoliberal. Paralelamente, la caída estrepitosa de los sindicatos fue un signo del fin del estado de bienestar.
Los sindicatos perdieron una característica fundamental: ya no eran los representantes del trabajo que tanto bien hacia al obrero. Al perder sus afiliados, perdió su apoyo económico, mucho más que en la época del “Proceso”. Era el fin de los sindicatos.

Ya a mediados del 90 y, principalmente, a principios del siglo XXI, los sindicatos fueron reemplazados por los movimientos “Piqueteros”. De pasar a influir directamente en el gobierno, el trabajador (esta vez, término más apropiado que “obrero”) comenzó con los característicos cortes de rutas. Es necesario decir, si se quiere ser objetivo, que el significado del movimiento piquetero fue desfigurado principalmente por los medios de comunicación. De ser, a fines de los 90, personas sin trabajo que demostraban su mala situación social, pasaron a ser una molestia para la sociedad, haciendo hincapié en los cortes de rutas. Los gobiernos formaron posturas propias frente a este sector. Néstor Kirchner delinió estrategias para debilitar aún más a los piqueteros, dividiéndolos. También no dejo atrás la idea de mostrarlos a la sociedad “como una molestia”.
Esta fue la historia general de los sindicatos, que murieron en los “Piqueteros”.
Realizado por Santiago Perramón
1 comentario:
Piqueteros: Personas desocupas(Sin Trabajo) que se manifiestan por lo mismo
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