Un maravilloso día gris y frío de otoño, encontraba a Pepe, Pepa y Pepi en un pequeño, pero mágico bosque situado en la ciudad roquense.
Jugando y saltando, muy contentos, Pepe derribó a Pepa en una peleita dejando a Pepa con los pies al aire donde algo atrajo desde su bolsillo las llaves de su casa.
-Algo- Un árbol cortado por las piernas estaba a su lado, con un diminuto, pero peligroso hueco. Luego de la divertida pelea, reflexionaron con lo sucedido y Pepi observando la situación se hizo cargo con Pepe de las llaves, metiendo un palo dentro del hueco del tronco, pero...
Unos largos minutos pasaron y el tronco se tragó la llave, cada vez más y más. Buscaron algún palo que quisiera entrar. - 50 cms? No creo que sea más largo que esto - Dijo Pepi, pero para su suerte, si lo era. Otro palo más... nada tocaba fondo, nada.
Con un último intento quisieron probar, pero el tronco se comío el palo.
Para olvidar la situación quisieron chiflar fuerte y fuerte sobre unas humaderas, quizás eso los hizo reflexionar y entendieron la posibilidad de que el tronco estuviera "loco" -o ellos-.
Entendieron que si así era, sería una posible reacción del árbol y su naturaleza. Riendo se fueron caminando a orillas del canal, sin agua -si, sin agua-.
Pasaron las horas y comenzaron a preocuparse, lo que llevo a Pepi y Pepa volver al lugar de los hechos 24hs después.
Allí encontraron que en el bosque había otro tronco con las mismas características, con un hueco muy profundo que nada tocaba fondo.
-No preocupes niña - Insistió Pepi al ver la cara de Pepa. -Hemos venido muy preparadas para aclarar esto- continuó la niña.
Sí, estaban preparadas. Preparadas para sacar algo de un hueco, de un hueco de no más de un metro. Pero... este hueco si tenía más de un metro.
-Debemos imanar el tronco- dijo Pepi. Pepa no comprendía la locura de la compañera. -Sí, como si fuera manteca, lo imanamos y extraemos el metal- Pero Pepa concluyó diciendo -No tenemos ningún material para 'imanar' el árbol, olvidalo-
Pero si traían con ellas un alambre para extraer el material, pero... el árbol se lo tragó. Otro palo y se lo tragó, otro palo y se lo tragó, un último palo, que también se lo trago.
Qué tendrá el pequeño tronco que se comía todo, había que extraer sus raíces para poder sacar algo? Cuántas cosas cabrían en él? Cuánto medirá? Qué quería con tantas cosas?
Muchas preguntas comenzaron a surgir pero se dieron cuenta que no valdría la pena seguir intentando ya que las fuerzas naturales iban a ser mucho más fuerte que las de un humano. No valdría la pena tampoco por UNA llave.
Es así que dejaron el lugar y se dieron por acabadas, el árbol pudo con ellas. Eso demostró que el daño causado al árbol cortarlo de esa forma, era más fuerte que cualquier cosa. Y que nadie iba a poder con él.
Por eso hay que recordar que 'la naturaleza puede contra cualquier fenómeno asqueroso que quiera molestarla'.
Eso es lo que paso, más o menos.
Pridebailo Brenda – Stadler Rocío 3C
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