Historia de un sueño

Les voy a contar la historia del porqué estoy tan contento, solo escuchen:

“El otro día, el martes por la mañana, la profe nos había dicho sobre un tal concurso literario. Era mi sueño, ¡ser un gran escritor! Yo ya me había enterado del concurso pero me daba cosa decirle a la profe, recién la conocía. Pero tomé coraje y le dije que quería participar.

Entre las horas de geografía y contabilidad escribí el borrador de mi historia, tratando a la vez de que los profes no me descubrieran, pero lo pude terminar y en el recreo se lo di.

A la semana me trae el cuento corregido, lleno de “horrores ortográficos”, pero eso para mí era lo de menos, lo que quería saber era si la idea estaba bien redactada, supongo que sí. Pasaron los días, corregí el borrador y terminé el cuento participante. Me hice un hueco entre el estudio y las demás actividades y colgué el cuento en la página del concurso.

Llegó el día del concurso, llegué un poco tarde, pero me pude presentar con la profe a la entrega de premios. Ese día fue mágico para mi, era el día de poder empezar a cumplir mi sueño: ¡PRESENTARME EN UN CONCURSO LITERARIO OFICIAL!, porque entré en otros concursos de la escuela, pero era todo muy simple y los jurados eran los otros grados“

El corazón se me salía del cuerpo, un poco más y me desmayaba, comencé a marearme… hasta que la profe, sabiendo lo que me pasaba, me tocó el hombreo y me preguntó: ¿un bizcochito para los nervios? Reí y me comí cuatro.

Dieron el nombre de los ganadores…

No había ganado nada, me sentía abatido, derrotado… el corazón me había abandonado, la profe me trataba de consolar pero no era suficiente. El premio no lo era todo, pero me hubiera gustado ser mencionado, pasar al frente… ¡algo! Mi sueño tirado por el inodoro.

Hasta que…

Una voz desde el fondo dijo: “- Ahora, las menciones especiales. Para el cuento más original…-”

Por Juan Agustín Maiolino

2º B