Aunque hoy en día la solidaridad está bastante olvidada por las personas en su mayoría, los alumnos de cuarto año “C” junto a su profesora de Inglés Anabel Monteserín y la ayuda de padres, directivos y otros profesores, demostraron ser una excepción y un gran ejemplo para los otros cursos del colegio Domingo Savio.
En las primeras semanas del pasado mes de junio, después de una reñida búsqueda por encontrar coincidencias de horarios y días, todos los alumnos de cuarto año “C” Bachiller se organizaron, bajo la iniciativa de la profesora Monteserín, para hacer dulce. Pudimos apreder a hacer dulce y luego donamos todos los frascos producidos.
Aprovechando la temática de la nueva unidad del libro de estudio de la materia (Alimentos) que éste curso había comenzado a estudiar, Anabel propuso la idea de hacer los dulces la cual fue recibida con gran entusiasmo por parte de todos los alumnos.
El curso se dividió en dos grupos de trabajo los cuales trabajarían en dos días distintos, aunque esto no quitó la posibilidad del que quisiera, poder trabajar en ambos. Gracias a la colaboración del padre de la alumna Pía Azcón, el cual donó las manzanas y peras necesarias, más el azúcar aportada por cada alumno y los utensilios que se fueron consiguiendo, éste curso pudo comenzar con la actividad.
La verdad era que la profesora Anabel y sus alumnos no tenía idea de cómo preparar dulce, por eso fueron guiados y ayudados por el papá de la alumna Luciana Ceballos y por la profesora Marta Zurbillaga en los distintos procesos de la fabricación del dulce. También hay que tener presente la ayuda de otros profesores como Mariel Orosito de química y de directivos como Alicia Calvento y Carolina Romeu.
La fruta fue pelada y cortada, aunque en algunos casos triturada o aplastada. Ante la cantidad, se tuvo que dividir el proceso de cocción en dos tandas debido a la demanda de tiempo y paciencia que se requieren (La primera tanda tardó en cocinarse desde las 17hs hasta las 20hs aproximadamente). Los alumnos se iban turnando para ir revolviendo la olla para que el dulce no se pegara. Así estuvieron el miércoles 9 a la tarde, casi todo el día jueves y el viernes por la mañana: “Teníamos que estar muy atentos porque cada diez o quince minutos una o dos personas debían ir desde el aula hasta la cocina para revolver el dulce y verificar su estado. Desde ya estamos agradecidos a los profesores que nos tuvieron paciencia y nos permitieron salir del aula.” Nos cuentó la alumna Rocío Martín.
Justamente la última tanda se terminó de cocinar mientras se veía la apertura del mundial de fútbol, para lo que ya sólo habían quedado muy pocas personas. El dulce mixto resultante, de peras y manzanas, fue inmediatamente envasado y etiquetado con el logo propio de cuarto año “C”, y pasó las pruebas de calidad en las que se tuvo principalmente en cuenta el sabor. Se obtuvieron aproximadamente cien frascos de dulce.
Muy contentos y felicitados por su trabajo, los alumnos de Cuarto “C” y Anabel pudieron hacer entrega de los dulces a los lugares que se verían beneficiados: uno era el hogar de ancianos de nuestra ciudad y el otro el paraje chubutense Gan-gan, por lo cual, se le hizo entrega de ochenta frascos al preceptor Guro para que se los diera al padre David quien vive en dicho lugar.
Realizado por Anderson Perea da Silva
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