Solía esquivar instintos
Que me acercaban a mi misma
Y quemaban cual llovizna
De litros de ácido letal.
Generar pregunta era fatal
Porque la respuesta me dolía
Y al vacío lo padecía
Con tristeza y resignación.
Pero de nada sirve la razón
Cuando una fuerza me maneja,
Haciéndome permanecer perpleja
Ante el deseo irresistible.
Esta situación incontenible
Es la que me lleva a amarte
Y a no dormir sin recordarte
Que soy fiel a mis palabras.
Dejaremos que el alma se abra
Y que hable por nuestros corazones,
Que buscarán por los rincones
La felicidad absoluta.
Realizada por M. Belén Zarranz
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