Salud joven, conciencia joven.

El Acné
El acné es una enfermedad inflamatoria crónica del folículo pilasebáceo, que provoca un aumento en la secreción sebácea (secreción de grasa) obstruyendo el conducto pilasebáceo y provoca una inflamación.El acné comienza en la etapa de la pubertad, cuando se activa el desarrollo de los andrógenos gonadales (glándulas). Es por esto que afecta principalmente a los adolescentes, aunque también se puede presentar en adultos que ya posean otra patología.
La bacteria que se hospeda en el sebo se llama Propionibacterium Acnes, y por su acción inflamatoria incrementa su actividad produciendo pústulas, nódulos y quistes; lo que hace a las inflamaciones, infecciones y lesiones en el rostro.

Tratamiento
La consulta a un Dermatólogo es lo primero a recurrir. Después de la evaluación clínica, el médico indicará un tratamiento específico.
En los hospitales de las grandes ciudades, los sectores de dermatología trabajan en conjunto con sectores de cosmeatría hospitalaria. Por ejemplo, el Hospital Israelita de Buenos Aires tiene un equipo de cosmeatras, donde se realizan tratamientos de higiene semanal hacia el paciente, con productos específicos para esa patología.

Conciencia
Existe una importante falta de concientización, principalmente, por parte de las familias.
Ante todo, se recomienda tener un cuidado en la alimentación, y también, no dejar que las primeras características, (que son los puntos negros, también llamados “comedones”) se infecten y produzcan daños más graves. También es importante la consulta a un médico especialista o a un instituto cosmeátrico, que brinde una buena orientación sobre el cuidado diario del adolescente.

Acné, ¿qué comer?
Las frutas y verduras rojas y anaranjadas contienen betacaroteno, que el cuerpo se convierten en vitamina A, la cual ayuda a reducir la gratitud. Y las verduras de hojas verdes son ricas en vitamina B6, que disminuye la inflamación, con lo cual se reducen los granitos.

¿Qué evitar?
Evitar alimentos que contengan yodo, ya que éste estimula las glándulas sebáceas, lo cual puede producir irritación en los poros. Por otra parte, aunque el chocolate puro no produce acné, el azúcar de los postres (junto a los lácteos y las harinas refinadas) sí pueden producirlo.

Fuente: Élan, instituto cosmeátrico y cosmetológico.
Redactado por: Perea da Silva Anderson.